Interpretará a Mozart hoy en la iglesia de San Javier y mañana en Los Alcázares.

Uno podría dejarse transportar, por los raíles de un pentagrama, hasta la época de Mozart con la sonoridad de la flauta de Mariano Bas. Este flautista alicantino no sólo logró el Premio Fin de Carrera en Flauta Travesera y las más altas calificaciones en Música de Cámara. Ofrece conciertos por toda Europa -este año un total de 40- y contagia su pasión a los alumnos del Conservatorio de San Javier. Hoy, sábado, llenará de magia la iglesia de San Javier, a las 21 horas, en un concierto de dos flautas y violonchelo con temas de Mozart, Haydn y Beethoven. Mañana lo hará con un trío de cuerda, Beaux-Arts String, sólo para Mozart, en el Ayuntamiento de Los Alcázares, a las 20.45 horas.

- ¿Qué tiene la flauta Haynes de oro que no tengan las demás?

- El oro conduce más el calor. La de platino es más fría. La mía es una réplica de la primera flauta que se hizo en metal. Me costó 38.000 euros.

- ¿El oro logra una sonoridad especial?

- Claro, porque se calienta antes. De las habituales, de níquel, se nota la diferencia.

- ¿Cuántas flautas como la suya hay en la Región?

- Sólo otra más. Y conozco a su dueño, una gran flautista de la Orquesta de la Región de Murcia.

- ¿En quién se fijó para ser flautista brillante?
- El Barroco y el siglo XX han sido los momentos de oro de la flauta, pero sobre todo mi profesor, Jean Pierre Rampal, que llevó la flauta a lo más alto. Lo conocí a través de mi maestro, Claudi Arimany, que fue compañero de escenario de Rampal 10 años.

- ¿Qué momento vive hoy el mundo de la música clásica?

-Vive una crisis, sobre todo por los intérpretes. Ahora importa sólo la técnica. El único que conserva el carisma es Arimany, que es artista antes que músico. No sólo hay que ofrecer notas, sino decir algo con ellas. Lo más grande es emocionar. La calidad musical debe ser lo primero, y no la perfección. Esta crisis deriva en que al público no le llega la música clásica.

- ¿Cómo llegó a la flauta?

- Vengo de la tierra de las bandas de música. Mi padre es un gran músico de tuba, que puede ser un instrumento horroroso, pero él la toca dulcemente. Mi hermano estudia trompa. A mí me gustó la sonoridad de la flauta, es algo mágico, producir sonido con tu aire.

- ¿Eso es lo que impulsa a dedicarle tantas horas de estudio y sacrificio?

- Exige una dedicación plena. Es como comer, hay que hacerlo cada día. Si lo que te planteas es tocar un trozo de hierro, es un error, hay que expresarse con él.

- ¿Cómo transmite eso a sus alumnos?

- Antes de transmitir eso, debes tocar mucho. Un profesor no debe dedicarse sólo a la docencia porque no podría contagiar la pasión y las emociones. Hay cosas que no se pueden decir con palabras.

- ¿Hay afición en la Región por la flauta?

- La flauta vive un buen momento, sobre todo por las chicas. Es el instrumento más parecido a la voz y el que más gama de colores puede lograr. Además, en poco tiempo puedes lograr tocar notas y una sonoridad muy bonita, así que no desespera en el aprendizaje.

- Alguien dijo que la música es aire sonoro, ¿para usted qué es la música?

- Es un lenguaje, como contar una historia. Es una parte de mi vida, me llena mucho, pero hay personas a las que quiero más que a mi flauta.

- ¿Más que a su flauta de oro incluso?

- Sí. Más aún.

This entry was posted on 5/17/2008 and is filed under , , , . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.