Un grupo de veinte intelectuales pide garantizar en la Constitución el derecho a usar el castellano Mario Vargas Llosa, José Antonio Marina, Albert Boadella y Fernando Savater, entre los firmantes.

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La polémica está servida estos días: en español. Y todo a raíz de que dieciocho intelectuales hiciesen público el Manifiesto por una lengua común, que reivindica la importancia del castellano como lengua común para el «juego político» de la democracia y su posición asimétrica respecto al resto de lenguas oficiales, al ser la «universalmente oficial» de todo el Estado. Ya en la presentación del manifiesto, el escritor Fernando Savater señaló que los firmantes solicitan al Parlamento las modificaciones o esclarecimientos de la Constitución y de los Estatutos de autonomía para garantizar «en todos los campos y en todo el territorio nacional» los derechos de quienes opten por el castellano.

Savater aseguró que son los ciudadanos quienes tienen derechos lingüísticos, y no los territorios o las propias lenguas, y reconoció que las autoridades regionales quieren que sus ciudadanos conozcan la lengua cooficial. Pero eso, continuó, no justifica decretar la lengua autonómica como «vehículo exclusivo ni primordial de educación o de relaciones con la administración pública».

Por todo ello, pidieron que el Parlamento elabore una normativa, aunque exija modificaciones constitucionales o de los Estatutos, para fijar que el castellano sea la lengua común y oficial de todo el territorio y la única «que puede serle supuesta» a sus ciudadanos. La norma debe reconocer a todos el derecho a ser educados en esa lengua, sin que la otra nunca sea la vehicular exclusiva, y la no obligatoriedad de los funcionarios a conocer la otra lengua en sus relaciones con los ciudadanos. Además, la rotulación de los edificios oficiales y las vías públicas podrá ser bilingüe, pero nunca únicamente en la lengua autonómica. Los firmantes del manifiesto son: Mario Vargas Llosa, José Antonio Marina, Aurelio Arteta, Félix de Azúa, Albert Boadella, Carlos Castilla del Pino, Luis Alberto de Cuenca, Arcadi Espada, Alberto González Troyano, Antonio Lastra, Carmen Iglesias, Francisco Sosa Wagner, Carlos Martínez Gorriarán, José Luis Pardo, Álvaro Pombo, Ramón Rodríguez, José María Ruiz Soroa y Fernando Savater.

Y se desató el debate. El director de la Real Academia Española (RAE), Víctor García de la Concha, ha afirmado, en relación al manifiesto, que en materia lingüística son los políticos «los que causan problemas y son ellos quienes deben resolverlos». García de la Concha ha incidido en que el documento hecho público es «una iniciativa ciudadana» que ha considerado «correcta» al estar dirigida hacia los responsables políticos, que son quienes generan los conflictos «con sus acciones u omisiones».

Servir al pueblo

El manifiesto, añadió, «está apuntando correctamente porque el problema lo plantean los políticos, no el pueblo, y son ellos los que «deben resolverlo» ya que su función es «servir al pueblo» y no «causarle problemas» como los derivados «del desarrollo estatutario de la cooficialidad de las lenguas». No obstante, ha subrayado que la Real Academia «siempre ha defendido el bilingüismo» y ha recordado que en la década de los años veinte, durante la dictadura de Primo de Rivera, el catalán «padeció dificultades» y que esta institución, dirigida entonces por Ramón Menéndez Pidal, «salió en defensa de la lengua catalana».

Por otro lado, la ministra de Educación, Mercedes Cabrera, afirmó en Santander que la Ley Orgánica de Educación (LOE) «garantiza el aprendizaje del castellano en todo el territorio nacional» y que el Ministerio «se ha comprometido con el cumplimiento de la ley». Cabrera subrayó que el castellano «es una lengua en alza» y aseguró que «nada hay en este país» que le haga «dudar» sobre la enseñanza del español.

Respecto a los objetores contra la asignatura Educación para la Ciudadanía, Cabrera ha señalado que «cualquier ciudadano que se sienta lastimado en sus derechos tiene los tribunales a su disposición» para defender sus ideas, aunque ha recordado que esta materia ha sido aprobada en el Parlamento y es «muy importante» para la sociedad, ya que cada vez es más compleja y heterogénea. En este sentido, ha precisado que hay que enseñar conocimientos, pero también hay que «educar en valores que son tanto o más importantes que el aprendizaje de las nuevas tecnologías u otras materias». Ha defendido que «los profesores constituyen la clave de la bóveda sobre la que se asienta el sistema educativo».

Ojeado en La Verdad.

This entry was posted on 6/25/2008 and is filed under , , , . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.